Yo también dije… “Estoy bien”
Ha sido ya bastante tiempo desde que este caminante dejó de visitar lugares, dejó de ver más para afuera, dejó de escuchar historias y dejó de escribir lo que sentía. Existen múltiples motivos, cuántas líneas y palabras necesitaría para que este caminante te cuente sus peripecias.
Hoy me contó una parte que le gustaría compartir... su historia me toca hasta las raíces. ¿Cómo puede ser que una persona que tiene ganas de comerse el mundo, de pronto se vea aplastado y agobiado por esa grandeza y en vez de caminar... se queda estático?
Su relato empieza haciendo alusión a una estación de trenes que queda cerca de su casa, Si pudiera utilizar pocas palabras para describirla diría: i) Estrés e ii) ida y vuelta.
Me explicó un poco lo del estrés, algo natural entre nosotros, ya que vivimos con todo encima. Correr de un lado a otro, trabajo, estudio, papers, maestría, tesis, relaciones amorosas, relaciones humanas, imprevistos, todo... todo muy rápido. Como es algo que me parece obvio no le doy atención. Luego me cuenta su visión del "ida y vuelta"...
- Viste, bajas a la estación de Metro "La Monarquía" para dirigirte a tus quehaceres diarios y ves solo dos trenes, uno que va, y otro que viene, Uno de ida, otro de vuelta.
-- Sí, eso es obvio, debe ser así...
- Si, mi punto es ¿qué pasa con los que estamos estáticos? ¿Cuál es nuestro tren? ¿En dónde se suben los que dicen estar bien pero no lo están... en dónde se suben los que no van ni de ida ni de vuelta?...
Me asombré con tan obvia reflexión, ya que esos días había visto un pequeño cortometraje que me hizo mucho sentido con lo que decía el caminante...
- ¿Cuántas veces has dicho "estoy bien" solo para que no destapar los problemas que te ahogan?, ¿Cuántas veces has tenido que decir que todo va bien, cuando la depresión está encima de ti y no te deja elegir que tren escoger?...
¿Cómo se puede ser coherente con el "estoy bien" si prefieres callar tus preocupaciones y no conversar con nadie de eso que te hace perder tu sonrisa?
-- Ya, pero hay solo dos opciones, ir o volver, ¿no te parece un capricho tuyo no elegir a que tren subir?
- El tren que elegiría no existe... a veces mi solución radica en creer que lo que se debe hacer es bajar a los rieles y ver como los trenes te pasan por encima... Uno no logra encontrar motivación para subirse a ninguno. Y espera, no me culpes de egoísta, soy el mismo caminante autosuficiente que salía a la calle a decir que había que dar la vida para solucionar los problemas sociales, pero que, ahora cuando se levanta no le ve sentido ni al servicio ni a nada. Vas tocando fondo y aquella luz que iluminaba tu vida, ahora ya no esta ¿Dónde se fue el sentido de todo?, me puedes recordar... ¿Era yo el que decía que tenemos una misión individual e intransferible, que si no la hacíamos nosotros nadie más la haría? ¿Dónde está el caminante?...
Siguió por horas contando sus problemas, sus interrogantes, sus miedos, sus deseos, sus metas irrealizables en su estado, su falta de entrega y generosidad, su falta de amor, sus reproches... Se desahogó.
Yo no tengo respuesta para mi amigo el caminante... pero si algo puedo sacar de esta conversación, es que quiero ayudarle. Esto es complejo... ¿Puedo ayudarle?, con lo poco que tengo... SI. Creo que una forma de hacerlo es no descuidarlo... Siempre he creído que cada día nos alienamos más de las situaciones externas, de los que sufren en silencio, de los que "están bien", pero no solo eso, guardamos en nuestro interior todo lo malo, lo que nos agobia, lo que no alcanzamos, lo que no hicimos, lo que perdimos y todo se junta.
No se si puedo ser el oído de todos en el mundo, pero seguro que puedo ayudar al caminante a escucharle. La solución pasa por no descuidar a los demás. Si soy capaz de decir algo que te haga más feliz, lo haré... quiero que vuelvas a tus andanzas y vuelvas a ser el caminante que tenía ese corazón lleno de esperanza por hacer un mundo menos difícil, es decir, ahora el reto no solo es darlo todo por lo demás, ahora también se juntó el reto de consolar al que lo necesita y ayudar al que no lo pide.
Sonrió aliviado, era algo que necesitaba hace mucho.
- Gracias, yo lo que quiero es sentir que realmente "estoy bien", adeu amigo, nos vemos pronto y ojalá que pronto vuelva a ser el caminante de los posts anteriores...
Se fue, y me quedo pensando ¿Cuántos sufren en silencio? ¿Cómo puedo darme cuenta de que me necesitas o necesitas algo de mí?
A veces responderte esto es difícil, pero si te puedo dar licencia de que cuando necesites desahogarte o cuando sientas falso esos "estoy bien", me llames que intentaré estar. No puedo quedarme estático y descuidarte, debo ayudarte a que tomes la decisión de ir o de volver, así como el tren de la estación de Metro "La Monarquía", y cada día, recobrar el sentido de todo.
Estemos atentos... Hoy las circunstancias nos piden esto. No descuidemos a nadie.
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Si deseas ver el cortometraje "estoy bien" sigue el link:
https://www.facebook.com/pg/Estoy-bien-Cortometraje-546230149168563/videos/
Hoy me contó una parte que le gustaría compartir... su historia me toca hasta las raíces. ¿Cómo puede ser que una persona que tiene ganas de comerse el mundo, de pronto se vea aplastado y agobiado por esa grandeza y en vez de caminar... se queda estático?
Su relato empieza haciendo alusión a una estación de trenes que queda cerca de su casa, Si pudiera utilizar pocas palabras para describirla diría: i) Estrés e ii) ida y vuelta.
Me explicó un poco lo del estrés, algo natural entre nosotros, ya que vivimos con todo encima. Correr de un lado a otro, trabajo, estudio, papers, maestría, tesis, relaciones amorosas, relaciones humanas, imprevistos, todo... todo muy rápido. Como es algo que me parece obvio no le doy atención. Luego me cuenta su visión del "ida y vuelta"...
- Viste, bajas a la estación de Metro "La Monarquía" para dirigirte a tus quehaceres diarios y ves solo dos trenes, uno que va, y otro que viene, Uno de ida, otro de vuelta.
-- Sí, eso es obvio, debe ser así...
- Si, mi punto es ¿qué pasa con los que estamos estáticos? ¿Cuál es nuestro tren? ¿En dónde se suben los que dicen estar bien pero no lo están... en dónde se suben los que no van ni de ida ni de vuelta?...
Me asombré con tan obvia reflexión, ya que esos días había visto un pequeño cortometraje que me hizo mucho sentido con lo que decía el caminante...
- ¿Cuántas veces has dicho "estoy bien" solo para que no destapar los problemas que te ahogan?, ¿Cuántas veces has tenido que decir que todo va bien, cuando la depresión está encima de ti y no te deja elegir que tren escoger?...
¿Cómo se puede ser coherente con el "estoy bien" si prefieres callar tus preocupaciones y no conversar con nadie de eso que te hace perder tu sonrisa?
-- Ya, pero hay solo dos opciones, ir o volver, ¿no te parece un capricho tuyo no elegir a que tren subir?
- El tren que elegiría no existe... a veces mi solución radica en creer que lo que se debe hacer es bajar a los rieles y ver como los trenes te pasan por encima... Uno no logra encontrar motivación para subirse a ninguno. Y espera, no me culpes de egoísta, soy el mismo caminante autosuficiente que salía a la calle a decir que había que dar la vida para solucionar los problemas sociales, pero que, ahora cuando se levanta no le ve sentido ni al servicio ni a nada. Vas tocando fondo y aquella luz que iluminaba tu vida, ahora ya no esta ¿Dónde se fue el sentido de todo?, me puedes recordar... ¿Era yo el que decía que tenemos una misión individual e intransferible, que si no la hacíamos nosotros nadie más la haría? ¿Dónde está el caminante?...
Siguió por horas contando sus problemas, sus interrogantes, sus miedos, sus deseos, sus metas irrealizables en su estado, su falta de entrega y generosidad, su falta de amor, sus reproches... Se desahogó.
Yo no tengo respuesta para mi amigo el caminante... pero si algo puedo sacar de esta conversación, es que quiero ayudarle. Esto es complejo... ¿Puedo ayudarle?, con lo poco que tengo... SI. Creo que una forma de hacerlo es no descuidarlo... Siempre he creído que cada día nos alienamos más de las situaciones externas, de los que sufren en silencio, de los que "están bien", pero no solo eso, guardamos en nuestro interior todo lo malo, lo que nos agobia, lo que no alcanzamos, lo que no hicimos, lo que perdimos y todo se junta.
No se si puedo ser el oído de todos en el mundo, pero seguro que puedo ayudar al caminante a escucharle. La solución pasa por no descuidar a los demás. Si soy capaz de decir algo que te haga más feliz, lo haré... quiero que vuelvas a tus andanzas y vuelvas a ser el caminante que tenía ese corazón lleno de esperanza por hacer un mundo menos difícil, es decir, ahora el reto no solo es darlo todo por lo demás, ahora también se juntó el reto de consolar al que lo necesita y ayudar al que no lo pide.
Sonrió aliviado, era algo que necesitaba hace mucho.
- Gracias, yo lo que quiero es sentir que realmente "estoy bien", adeu amigo, nos vemos pronto y ojalá que pronto vuelva a ser el caminante de los posts anteriores...
Se fue, y me quedo pensando ¿Cuántos sufren en silencio? ¿Cómo puedo darme cuenta de que me necesitas o necesitas algo de mí?
A veces responderte esto es difícil, pero si te puedo dar licencia de que cuando necesites desahogarte o cuando sientas falso esos "estoy bien", me llames que intentaré estar. No puedo quedarme estático y descuidarte, debo ayudarte a que tomes la decisión de ir o de volver, así como el tren de la estación de Metro "La Monarquía", y cada día, recobrar el sentido de todo.
Estemos atentos... Hoy las circunstancias nos piden esto. No descuidemos a nadie.
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Si deseas ver el cortometraje "estoy bien" sigue el link:
https://www.facebook.com/pg/Estoy-bien-Cortometraje-546230149168563/videos/
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